Nunca pude esperar. Nunca supe esperar. Será por la ansiedad. Será por ser hija menor caprichosa (!). Será por ser de acuario (ah re). Será por ser… porteña. Pero me cuestan las cosas que avanzan lento. Por algo no me gusta cocinar. Estar horas preparando algo para devorarlo en dos segundos. Porque, claro, como rapidísimo. Compro electrodomésticos pequeños para evitar esperas o accidentes con agua o fuego. Vaporera, arrocera, tostadora, rallador eléctrico, pava eléctrica. Si no, se me quemaría todo, se me pasaría todo, herviría todo, tostadas quemadas, ollas agujereadas, comida arruinada. La pava eléctrica no corta justo antes de hervir, para el mate, y me pone mal. El rallador lo saqué en cuotas solo para rallar zanahoria. Me pone mal rallar zanahoria. Por apurada me lastimé varias veces los dedos con el rallador típico de metal. Y no, la zanahoria rallada de las verdulerías no está buena, no insistan.
Una vez me fui de casa y de casualidad volví a buscar algo y me encontré con una olla con dos choclos, con el agua ya consumida y la hornalla prendida. Olor a quemado. Viva de pedo.
Aunque en ese caso no me hubiera muerto yo. Se hubiera prendido fuego la casa y quizás muerto las gatas.
…………………………………………………………………………………………………………
¡Hola! Vuelvo después de tres semanas. No me pasó nada especial. No estuve particularmente deprimida, ni particularmente ocupada, ni me fui de vacaciones, ni tuve un romance pasional que me absorbió ni estuve reflexionando profundamente sobre la vida. Simplemente estuve en… la nada. Que, para mí, es peor que estar emocionada (bien arriba) o deprimida tirada mal (abajo). ¿Qué pasa cuando nada te motiva? ¿Cuándo nada te hace tener ganas de despertarte a la mañana? ¿Cuándo ya un poco te rendís porque sentís que no va a pasar nada? Por supuesto, es un signo de la depresión funcional. Hacer cosas pese a que te sentís mal. Pero yo sé lo que es estar deprimida y no es particularmente lo que me pasa ahora.
……………………………………………………………………………………………………….
Hace muchos años, tuve un *vínculo sexoafectivo* (odio ese término, pero acá no aplica otra cosa porque no éramos novios, no éramos chongos, nos conocíamos hace tiempo) con muchas idas y vueltas. No voy a profundizar en esa historia, solo quiero rescatar un recuerdo. Estábamos tirados en la cama, después de *haber estado* y yo lo acariciaba. ¿El pecho? ¿La cabeza? No me acuerdo. Un acto normal de afecto, ¿No? No hace falta que sea el amor de tu vida para mostrar un mínimo de cariño. Cuestión que me dice “ves, esto es lo que está mal, vos querés seguir, hacer más cosas, yo ya me quiero ir” “eh??” “eso que hacés…” “bueno, yo me quedé con…” “yo no siento nada por vos”.
……………………………………………………………………………………………………….
La psicóloga me dijo que deje de pensar si tengo ganas o no de hacer algo antes de hacerlo. Porque, con este frío y mi salud mental, lo más probable es que la respuesta sea no. Es decir, tengo que pensar un poco más en nada.
……………………………………………………………………………………………………….
No tengo problema en hablar de exs (ya se habrán dado cuenta). Sé poner el límite de lo que tengo que contar y lo que no, dar nombres o no y decir qué cosa o no, según como me trataron. No me importa si lo leen o no. Pero no quiero que se identifiquen y me hablen. No quiero que me hable ningunx ex. Sufro mucho cuando se corta un vínculo. Hayamos terminado bien o mal, haya sido una pareja más formal o no. Soy muy nostálgica. Pero cuando ya pasó un tiempo, no siento nada. Es el fin y ya. No soy de esas personas que vuelven constantemente con una persona del pasado. Para mí, algo se murió.
……………………………………………………………………………………………………….
Me cuestan los procesos. Que las cosas no sucedan como quiero. Tengo una mirada rígida sobre el bien y el mal. Sobre lo que está bien y lo que no. Sobre cómo deberían ser las cosas y cómo no. Sobre el karma. Sobre lo que cada uno se merece. No existen muchos grises en mi vida. Y así sufro. Ya me debería haber pasado esto según todo esto que hice, según la edad que tengo. Según todo lo que deseé. Ahora me debería pasar algo bueno en este ámbito de mi vida. ¿Por qué a ese otro le pasa algo bueno cuando no se esforzó como yo me esfuerzo? ¿Por qué ese re mil pelotudo que me hizo mal ya tiene una pareja nueva y yo sigo en la misma, golpeándome contra la pared una y otra vez? Por qué, por qué, por qué.
…………………………………………………………………………………………………………
¿Cómo hago para que las cosas fluyan? Para creer en la frase cliché “Confiá en el proceso”. Si el proceso no me está ayudando una mierda.
………………………………………………………………………………………………………..
No quiero esperar al domingo a mandar el newsletter. Lo voy a mandar ahora. Aunque debería dejar que el texto “descanse” y retomarlo después. Pero para qué. Si igual a nadie le importa.
………………………………………………………………………………………………………..
Ya confié mucho en el proceso y no pasó nada.
acaso todas esas palabras podrían ser yo escribiendo en mi diario? me encantó Flor 💖
Me sumo al comentario de Sasha y además pienso que compartir un poco de lo que te pasa es también saber que los que te leemos te acompañamos a nuestra manera también. Y, no por menos importante, para cortar con tanto post aesthetic y vida perfecta que aburren.